En un cierre fantástico de la Final Four, el Benfica se quedó con el encuentro, ante el Oliveirense, por un 5-3, sufrido y cambiante en todo momento, digno de una final.
El Benfica en la primera parte controló más las acciones, pero el que se veía mejor en ataque era el equipo de Carlos López, Oliveirense, que con algunas contras intensas, ponía las mejores situaciones de gol.
En la segunda parte, con el tanteador en contra, el local sacó pecho, de la mano de Carlitos Nicolía, que jugó los minutos necesarios, pero que lo hizo intensamente, ya que viene recuperándose de una lesión, y fue determinante en la recta final del partido.